El diario de filipa jones

Este es un puente de piedra

Cada paseo convertido
en una excusa para la foto,
tocá esta foto mía en la que tengo cara
y pose de cierta ocasión.
Esto es hoy, mañana no sé,
mañana aprieto uno o dos botones
al azar y se me borra el cuerpo.

El cambio

Hora de cambiar las partes,
hora de dejar salir a los sueños de la bolsa
y de los brazos más largos para abarcar
la grancura del mundo.

Catarro superior

Limpiamos el espejo del vapor que nos tapa y zas:
elegía de canguras sobre el cristal.

Tos de ambas = Té de ambay

Hoy que estamos roncos y tenemos
una voz a años luz de la nuestra,
nos gusta.
Si estuviéramos conformes con nuestros brazos,
por ejemplo, nunca tendríamos frío.

Hoy cuando las papas en la tarde ardan
vamos a dormir
hasta el refin de los tiempos.

Mucho

El día que la cuerda afloja para nuestro lado,

el día para irnos lejos

mis collares de tela, mi pelo frizz al viento,

mi voz con disfonía y vos, lejos

de toda esta agonía de mi cara.

Hoy me reconozco la lumbre

en los ojos hundidos cuando el más allá.

Nadie entiende mi letra y no es excusa

pero no tengo tiempo para opiniones

y tampoco tengo demasiada razón.

Nunca nunca quisiera irme de casa

Buen fin

camino a los días francos, todos se amuchonan buena onda. Pedaleo, no cuesta. Dos es poco, fin de semana largo debería ser siempre.

Poesía de autoayuda

Las cocinas de Quilmes

Flores robadas a la nostalgia
tan nunca bien ponderada
¿está mal sentirla-está mal demostrarla?
las reuniones en donde se distribuían
las tareas por seudónimo,
se pensaba una línea editorial, un banco de imágenes,
el nudo temático con que insistiría
el color de la bandera, el dolor local.
No hay distinción genérica, decimos,
pero por qué me encanta pensar en esos tiempos : cocinaban ellos.
Nosotras organizábamos la distribución de la mesa,
charlábamos parejo.
Ellos servían, daban el toque
final a cada plato. Y por supuesto, mate
amargo que cebaba con agregado de rosas de pakistán
siempre el mismo maestro en tema: varón.

La clave del acceso

para llegar a tu boca

Hongos y Sacarosa

Si me voy a estudiar a un bar, saco los demonios de la espalda a pasear un rato, me llevo la casa de caracol:
los papeles en la mochila, mis penates que son siempre pequeñitas ellas y pido mucho carbohidrato azucarado para relajar la mente, leche con malta y teoría práctica.

1948

El fin de semana del Tigre*

Cebo mate tirado en el pasto y el Pibe de Oro sentado en un banco de madera me mira desde arriba. Cebo mal y me quemo la mano. Le digo ai, me quemé la mano; con la paja, me dice. Me toqué la pija y me quemé la mano, le digo. Y para que se te enfríe te la metiste en el culo, me dice. No, para que se me enfríe te toqué el pecho y se me congeló, le digo. Qué me estás diciendo pecho frío. Y no sé, vos fijate, le digo, mirándolo desde abajo con cara de Cachorro. Yel Pibe de Oro se me viene encima diciendo algo de ya vas a ver pechofrío y empezamos a jugar a la lucha hasta que todo se confunde con amor y a él me parece que no le gusta más.



*Mariano Blatt, Increíble, Bs As, El Niño Stanton, 2007

día gris

rara quiero estar como encendida

lo lúdico lúdico si es lúcido lúcido es lícito lícito

Espejito, espejito

Cuento antes de dormir

El único que suplanta las ovejas saltando de un lado a otro del corral, de la mesura del día al infinito en la línea horizontal que se traza cuando los párpados caen:

Fermín y Anita -dije anoche.

¿Cómo luciré ya para vosotros, con este sombrerón fantasma

y estos huesos porosos con el ligero dolor del mundo: ¡bufón!

y con este bastón y esta caperuza y este sonajero contra el rumor de una indestructible carcajada

Es la madrugada y estoy sollozando todavía, mordiendo la servicial almohada y comprendiendo

que ustedes no están para saltar como monitos en nuestra cama y

yo buscando sobre la risa o red del circo mi libretita de apuntes con mi terco dolor en "la boca del estómago".

Pero esto es otra cosa: otro campo donde la pesadilla apaciguada se enriquece:

malones de niños me atacan con pasto, con yerba y agua lavada tratan de cegarme,

borronear las débiles comisuras de unos débiles caligrafiados labios: otro campo EL CAMPO.

con todo su escozor y todo su derroche y toda la piratería para los sueños del dolor:

¿ debo escribir?**

**Carrera, Arturo en Arturo y yo

soy rehén de Flickr

tú me quieres blanca

sequejaba alejandra

Olguita

No deshace de noche lo que teje de día.

Fiebre de sábado por la noche

En el dictamen del mercurio, esperar la noche
color azul noche para rescatarnos.
Qué manera enferma de reclamar el frío,
¿no? ese frío crudo que te pela la cara.

Quizá ya estábamos un poco hinchados de largar todo el tiempo
humito por la nariz, de terminar calientes
en el mal sentido, y ahora paños húmedos en la frente,
con las entradas compradas, parecemos los actores
de una mala farsa, condenadísimos:

a mejorar las condiciones de salubridad.

el perro de la casa escucha un disco de los Stones*

*haiku de Di Napoli en Los Animales

las hijas del sueño

de la justicia social

Se dan las condiciones

La nueva luna-+

Plácido domingo

-tirame un sol, almorzamos en familia.

Sábado de fiebre por la noche

Sol en cangejo 27º 4`

existe una cierta "indigestión afectiva" en la persona marcada por esta posición astrológica

Pupilas

del fotoyop

Redobla su esfuerzo

-quiero ser poema: tener fotos sobre el pasto: a la espera, vendrá el shot de tu luz negra. Me puse blanco-

Más rápida la arrugada, presa en su torso, que la libre

Quise ser europea para adquirir inmuebles en beneficio de mis adoptadas.
Parece que se venden o se dan en adopción cuerpos de plástico o de resina articulados y pelados. Después hay todo un mercado alrededor: te venden calzado, ropa, pelucas, ipods, notebooks, muñequitas peponas, ositos de tela: todo tamaño micro. La gente consume estas irresistibles y se abre flikrs. Yo robaré, de la mano de la gloriosa Net, y esparciré fotitos para todos.

Pone más zapallo, Olga,
que a mí me gusta -dijo mi tío.