domingo, 20 de septiembre de 2009

En mi cartera de lunes
un pañuelo de hombre y un pañal sin usar
se me presentan:hola -yo soy Resto
-yo, Sorpresa del fin del finde.


¿Habremos estado consumiendo demasiada azúcar?
No hacía falta, en verdad, si entre nosotros
la vida se reproduce en el arte de los contrastes.


Por las noches leo para sembrarme ideas
papeles que apoyo al lado de mi copa de baileys,
Me gusta marearme un poco,
en proporción directa a lo que brota de mí.

Todo lo que tenemos para contar
Permanece atado a la lujuria de los ciclos.
Clausuramos una etapa de bienaventuranza
perdidos en el terreno endorfínico del entusiasmo.

Pasamos noches a la intemperie, hubo plena opacidad.
Sincronizamos obedientes caperucitas rojas
a un camino largo de temprano despertarse, recomenzar.


Creo que me debo a mis planes para mañana
como dejar caer las migas de mi canasta,
prescindir por ejemplo de la practicidad
ahí va mi sangre...
puntea el piso con sus pétalos
una gama adulterada,
una síntesis parecida
a tremenda multitud.

Familia numerosa, quiero que,
entre otras cosas, tengas la variedad y la riqueza
natural de cualquier selva.

Hubo consenso y ahora quiero
ponerte Fuerza.